Gestión y liderazgo
Aprendiendo a trabajar de forma diferente
El sector seguros está en plena transformación. Nos encontramos en un nuevo escenario, un nuevo entorno en el que todos tenemos que aprender a trabajar de forma diferente y en el que, sobre todo los equipos directivos de las empresas, tenemos un gran desafío: dejar de “mandar”, que es algo relativamente fácil, para empezar a liderar.
Dirigir una organización conlleva una enorme responsabilidad, porque las decisiones que se toman influyen sobre muchas personas (clientes, empleados, accionistas, proveedores y la sociedad en general). Por eso, la toma de decisiones debe seguir siempre criterios de responsabilidad social y visión a largo plazo. Graves son las consecuencias, si no se hace así y, por desgracia, hay muchos ejemplos de ello.
Es esencial, por tanto, tener unos principios éticos sólidos y aplicarlos a la hora de dirigir e inspirar a las personas y a sus equipos. No descubro nada nuevo al afirmar que en los últimos tiempos ha quedado patente el distanciamiento que los ciudadanos tienen de los líderes, tanto políticos como empresariales.
Y no se trata de una cuestión de falta de preparación o capacidad técnica por parte de los gestores de las organizaciones. Se trata de una cuestión de confianza y hay que saber ganarla. Los directivos de las empresas, en mi opinión, tenemos la obligación de ser transparentes en nuestra gestión de manera que podamos asegurar a los ciudadanos que el sistema de valores que dice tener nuestra empresa se corresponde con la realidad.