Sector Financiero y Asegurador

Un sector en continua transformación

por Ignacio Garralda

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El sector asegurador español ha vivido una gran transformación en los últimos 40 años apoyado en el trabajo riguroso y en el crecimiento sostenido y rentable. A mediados de los años 80 el sector marcó un hito al duplicar su peso en la economía española, pasando a representar algo más del 5% del PIB español, cifra que se mantiene en la actualidad. En los años de crisis, de hecho, nos hemos consolidado como un sector solvente y robusto, que no solo no ha requerido ayudas sino que ha contribuido con sus inversiones a promover la recuperación económica.

El compromiso social es, igualmente, otro de los aspectos que definen al sector asegurador y que en el caso de Mutua canalizamos a través de la Fundación Mutua Madrileña. La responsabilidad social y el buen gobierno corporativo van unidos a la propia actividad del sector y son aspectos fundamentales en la estrategia de nuestra actividad. En el sector en general, y en Mutua Madrileña en particular, nos hemos adoptado a las prácticas más exigentes, anticipándonos en muchas ocasiones a su introducción legal.

Pensando en los próximos años, el sector se ve claramente abocado a una apuesta inevitable: la de su transformación digital, no sólo por la aparición de nuevos competidores sino también por la irrupción de un nuevo consumidor que demanda, cada vez más, una relación online, inmediata e interactiva. En este futuro inmediato, el sector seguirá dando muestra de su compromiso con la prestación de los mejores y más completos servicios, totalmente adaptados a las nuevas formas de conducción, en el caso de los seguros de auto, y a las nuevas necesidades relacionadas con la promoción de un mayor cuidado de la salud, en el caso de los seguros sanitarios.

El enfoque digital nos invita a sofisticarnos a la hora de analizar a nuestros clientes potenciales, segmentar mercados y fijar precios no de manera uniforme, sino cada vez de forma más segmentada y personalizada. Todo ello cambiará, sin duda, la operativa y la forma de relacionarnos con nuestros clientes, un proceso para el que el sector asegurador está sobradamente preparado.